Ubicado en Asia central, Uzbekistán es un país que cada día recibe más turistas intrigados por el modo en el que viven las personas locales, la arquitectura a través de las mezquitas y el casco antiguo de sus ciudades más importantes. Un viaje hacia el centro de uno de los países clave en la Ruta de la Seda, símbolo de intercambio económico entre Oriente y Occidente desde del s. II a.C. hasta el s. XV.
Descubrir Uzbekistán resulta abrumador cuando, en muchos casos, desconocemos su capital, su idioma oficial o incluso en qué parte de Asia se encuentra específicamente. En Kareba sentimos pasión por estos destinos exóticos, aquellos lugares especiales para viajeros intrigados y deseosos de experiencias enriquecedoras.
El idioma oficial es el uzbeko, una rama del idioma turco, y casi no existen lugares que hablen inglés o español. ¿Hablas ruso? Existen algunos hablantes de este idioma, producto de la influencia de la Unión Soviética, aunque comienza a perderse cada día. Si no, hacerse entender será una osadía. A no perder la calma, siempre es un buen momento para aprender.
Su capital es Tashkent y esta ubicado en Asia central. Limita con los países cuyo sufijo es -istán: Kazajistán, Kirguistán, Tayikistán, Turkmenistán y Afganistán. Pero esto no nos dice mucho acerca de un país con historia, arquitectura y naturaleza. Los detalles nos harán elegir este destino para disfrutar de unas vacaciones inolvidables.
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Vacaciones en el país de las mezquitas
Adentrarse en el país de las grandes mezquitas y madrasas es una experiencia novedosa. La religión musulmana ocupa un lugar preponderante en la sociedad, y su arquitectura lo refleja. La cultura árabe se visibiliza a partir de los centros de enseñanza, madrasas, que luego de muchos usos a lo largo de los siglos, en la actualidad sirven como instituciones espirituales.
Tan solo con ver los azulejos que forman parte de la arquitectura de la cultura islámica, quedarás asombrado. Samarcanda es la ciudad destacada para admirar cada detalle, cada estructura que, por más pequeña o extensa que sea, guarda un decorado minucioso que te dejará obnubilado.
Palacios y jardines conforman la belleza de esta ciudad, en la que no podrás dejar de ver la imponente Plaza Registán, el Mausoleo Guri Emir y la tumba de Tamerlán, el emperador que convirtió a Samarcanda en la capital de un imperio que se extendía desde la India hasta Turquía. La historia de la dinastía turco-mongola está presente y se vislumbra a cada paso.
Moynak y el cementerio de barcos en el Mar de Aral
El contacto con la naturaleza es un elemento clave al momento de conocer una nueva ciudad, un nuevo pueblo. Conocer paisajes a los que no estamos tan acostumbrados es asombroso.
¿Has oído hablar de un cementerio de barcos en una ciudad? Uzbekistán tiene uno. Se ubica en la ciudad de Monyak, donde efecto de una gestión de los recursos naturales deficiente provocó que uno de los cuatro lagos más importantes del mundo, el Mar Aral, esté casi seco.
Los antiguos buques pesqueros han quedado estancados, desolados, sin posibilidad de ser utilizados, junto con restos de enormes fábricas que servían para el procesamiento de pescado. Conocer estas realidades también forma parte de descubrir un viaje diferente.
Conocer la gastronomía nacional en Bukhara
Durante un viaje a Uzbekistán resulta imprescindible conocer su gastronomía y sus platos típicos. Es una de las más coloridas de oriente. La comida uzbeka sorprende por contar con alrededor de 1000 variedades de bebidas nacionales, pasteles y productos de confitería. No puedes volver a tu hogar sin haber probado alguna de estas exquisiteces.
El té está envuelto en una tradición oriental como una bebida de bienvenida en una ceremonia llamada “dastarkhon”, una introducción al mundo culinario que promueve las costumbres más arraigadas. Los dulces orientales también son típicos del país. Poder generar un diálogo con familias locales e incluso preparar algún plato típico significaría que has logrado mucho más de lo que te imaginabas en un comienzo.
Si de tradiciones se habla, los pueblos de Asia central fueron nómades durante mucho tiempo y en la actualidad persisten los espacios donde dormían. Se llaman yurtas, están ubicadas al lado del mar y en la actualidad, muchos turistas viven una experiencia diferente durmiendo en un campamento en una de ellas. Presenciar un amanecer en este lugar es una de las imágenes más maravillosas de este destino.
En Kareba queremos acompañarte para que este destino sea un viaje único, rodeado de nuevos momentos por vivir y experiencias que acoger.
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