Hasta el mismísimo Marco Polo cayó rendido ante lo encantos de los miles de monumentos que se irguieron entre los siglos X y XIV en las extensas llanuras del imperio birmano. Y es que aquí los paisajes parecen estar rodeados por un atrapante halo de misterio que arrastra tras de sí cientos de años de historia. En Kareba tenemos la llave que abre las puertas de este trepidante viaje a través de los tesoros mejor escondidos de Birmania.
El renacimiento de una nación
La historia de Birmania es una historia repleta de vicisitudes. Cuando no fueron las inevitables catástrofes naturales fue la mano del hombre la que causó estragos tanto en el paisaje como en el desarrollo de toda una nación. Actualmente, aunque el turismo se encuentra todavía en una fase primaria, la lenta mejora en las comunicaciones y en las infraestructuras alojativas así como el aperturismo político han permitido al país acoger a un mayor número de visitantes.
Y es que a este destino no le faltan atractivos y diversidad. Birmania reconoce la identidad de 135 etnias diferentes repartidas por territorios que son tan dispares como sus dialectos, sus costumbres y sus religiones. Por este motivo y aunque el budismo en la religión predominante, tanto en la arquitectura de sus ciudades y aldeas como en sus tradiciones culinarias o en sus ritos prevalece esa mezcla de orígenes, identidades y creencias.
Cualquier viaje a Birmania estará inevitablemente marcado por la visita a los templos, estupas y pagodas que ponen de manifiesto la espiritualidad de este destino y cuya respetuosa ceremoniosidad contrasta muchas veces con el barullo de los mercados, el trasiego de sus calles y el tráfico caótico de los núcleos urbanos. No obstante y dado el carácter abierto y jovial de los birmanos, no resulta nada complicado adaptarse rápidamente a este ritmo de vida a veces tan contradictorio.
Un recorrido poco común en un territorio de contrastes
La singularidad es el sello de referencia de Kareba, y en el planteamiento de un viaje por tierras birmanas no podíamos quedarnos con las ganas de dejar nuestra marca de identidad. Desde el primer momento hemos planteado un recorrido que rompe moldes. Y es que si lo habitual es visitar el país de sur a norte, nosotros preferimos hacerlo al revés.
No es por llevar la contraria. Es porque como conocedores de este destino y de sus particularidades sabemos que la experiencia se disfruta más intensamente comenzando por Mandalay y adentrándonos lentamente en la esencia del país hasta llegar a la bulliciosa ciudad de Yangón, la más grande de Birmania y su antigua capital antes de que en 2005 ésta fuera trasladada a la actual Naipyidó.
¿Qué te vas a en este recorrido? Ante todo, la posibilidad de realizar un viaje organizado que nada tiene que ver con el concepto tradicional de este tipo de salidas. En primer lugar porque aparte de los lugares imprescindibles como los templos y estupas de Bagan, los 777 escalones del Monte Popa o la pagoda de Shwedagon, visitarás otros enclaves menos conocidos del país como las Cuevas de Powintaung con sus magníficas pinturas murales o el complejo arqueológico de Sagar, en la zona meridional del Lago Inle.
En segundo lugar, porque viajaremos con calma y libertad, dos aspectos fundamentales para disfrutar de un viaje de estas características. Nos parece importante esta adaptación al ritmo del propio país para que entiendas mejor cómo se desarrolla la vida entre sus huertos flotantes o en los humildes campos de cultivo en torno a las aldeas que se erigen alrededor de las grandes poblaciones.
Dedicaremos tiempo a Mandalay, desde donde parten excursiones a otros lugares destacados como Ava, Sagaing o Mingun; a la ciudad vieja de Bagan, puerta de acceso a la extensa llanura ocre salpicada de monumentos espirituales; al inabarcable Lago Inle, donde habitan miembros de diferentes etnias, entre ellas la de las conocidas padaung o ‘mujeres jirafa’; y a la cosmopolita Yangón, capital administrativa del país.
Te esperamos en este recorrido poco convencional por algunas de las regiones menos conocidas de Asia. Una oportunidad estupenda para salir de los circuitos habituales sin dejarse en el tintero ninguna de esas particularidades culturales, históricas y paisajísticas que hacen de éste un destino repleto de grandes atractivos. Entra en modo viajero y conoce los detalles de la que podría ser tu próxima aventura.
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