Los grandes aventureros siempre están esperando por ese viaje que les cambie la vida. Un recorrido por rutas inexploradas, paisajes sobrecogedores, historias sorprendentes… ¿Y si esa aventura con la que siempre habías soñado es un viaje por Nepal? Desde luego, este destino tiene mucho que ofrecerte. Pero si aún no lo tienes claro te explicamos los motivos por los que ya deberías estar haciendo la maleta.
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Un destino que deja huella
Todos los viajes tienen algo de descubrimiento. Aunque te vayas a apenas unos cientos de kilómetros de tu ciudad, siempre encuentras algún detalle que te resulta curioso o alguna particularidad que hace que moverse de un sitio a otro sea una experiencia enriquecedora. Con todo, es evidente que no te vas a encontrar lo mismo en una ciudad europea como París, Londres o Berlín que atravesando medio mundo para visitar Nepal.
Kilómetros aparte, las diferencias entre los viajes convencionales y estos grandes desplazamientos son abismales. Y en el caso de Nepal, con mucha más razón. Hablamos del país con las montañas más altas del mundo, la cuna de Buda, los templos majestuosos y las tradiciones milenarias. Un territorio tan peculiar que incluso su bandera es la única del planeta que no tiene la tradicional forma rectangular sino que se compone de dos triángulos.
Nepal es un colorido museo al aire libre y un destino único en el mundo. Un lugar que no sólo dejará huella en tu pasaporte sino en tu espíritu viajero.
Lo más top de un viaje a Nepal
¿Sabías que más de 500.000 personas visitan al año este país? El principal reclamo de Nepal son sus montañas, la meca de muchos escaladores y el escenario ideal para los amantes del trekking. Escalar el Everest, la montaña más alta del mundo, requiere de un permiso especial que ronda los 10.000 euros. Pero si no eres un escalador profesional y no tienes intención de realizar una gran hazaña, Nepal es un país verdaderamente barato.
No en vano, la mayoría de los viajeros que llegan hasta estas latitudes son los de mochila a cuestas, deseosos de patear los infinitos senderos que recorren el valle de Katmandú y de conocer muy de cerca la cultura y las tradiciones de quienes habitan en ellos. Pero aunque podrías visitar una y otra vez este lugar descubriendo en cada viaje algo diferente, si tu tiempo y tu presupuesto como viajero son limitados tienes muchas otras opciones para conocer Nepal.
Lo esencial es tener un buen plan de viaje y conocer esos lugares que no pueden faltar en tu ruta. Aquí tienes un pequeño resumen de las actividades imprescindibles en una aventura por Nepal, para que vayas abriendo tu apetito de explorador:
Ruta hasta el campamento base del Everest
Ningún otro trekking del mundo tiene tanta fama y tanto prestigio como éste. Se tarda entre 10 y 12 días en completar el trayecto desde Lukla hasta el campamento base del Everest, pero merece la pena. Ésta es la actividad estrella de quienes visitan el país. Una experiencia a más de 5.000 metros de altitud que cambiará para siempre tu concepto de ruta de montaña.
Además, con nuestro itinerario podrás descubrir los entornos más rurales y menos conocidos del bello Nepal. Caminar entre los arrozales, visitar pequeñas granjas, empaparnos del entorno natural y vivir una experiencia real entre los lugareños. Regálale a tu espíritu aventurero una vivencia en medio de la selva, conociendo la fauna local de una manera respetuosa para ambos.
El valle de Katmandú
Es el lugar del mundo con mayor número de lugares catalogados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. En sus tres ciudades históricas, Katmandú, Bhaktapur y Patan, se erigen más de 130 monumentos emblemáticos entre los que se distinguen pagodas, estanques y templos centenarios. Si te gusta la historia y la arquitectura, la villa medieval de Bhaktapur es probablemente la mejor conservada de todo el país.
Degustar los ‘momos’
La gastronomía es una parte esencial del viaje y Nepal es un país con mucha tradición culinaria. Entre sus platos más populares están los ‘momos’, una especie de empanadilla rellena de carne o verduras que vuelve locos tanto a los locales como a los turistas. ¿Imaginas comerte una de estas delicias mientras contemplas el Annapura? Momentos así no se olvidan nunca.
Peregrinar a Swayambhunath
Tanto si eres una persona espiritual como si sólo te mueve la curiosidad viajera, deberías visitar esta cúpula sagrada, al oeste de la capital del país. Miles de nepalíes visitan cada año este lugar sagrado en el que los monos, los budas, las banderas de colores y los rodillos giratorios acaparan todo el protagonismo. Es un enclave repleto de energía que ofrece unas vistas increíbles sobre Katmandú o la posibilidad de que los astrólogos del lugar te lean la palma de la mano.
Te ofrecemos la posibilidad de experimentar los momentos cotidianos de un monasterio budista y conocer poblaciones locales tan peculiares como los Newar, donde visitaremos sus calles y descubriremos la arquitectura local, reconocible por sus peculiares ladrillos rojos de las fachadas.
A la sombra del Himalaya todos los viajeros se sienten igual de pequeños. Pero no es sólo una cuestión de dimensiones. Viajar por Nepal te pone en contacto con la esencia de cualquier viaje: la personas, los lugares, los sabores, los recuerdos… Todo eso que siempre encuentra su espacio en la mochila del aventurero y que nunca te frena la marcha sino que te invita a seguir avanzando.
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