Bolivia y Perú, latidos del Altiplano

Día 1. Vuelo ciudad de origen -La paz-Uyuni

A tu llegada al aeropuerto de La Paz, todavía con la madrugada respirando frío, te estaremos esperando para llevarte directamente al hotel. Tendrás la mañana libre para descansar, aterrizar ideas y empezar a sentir el ritmo de la ciudad a tu manera. El almuerzo será por tu cuenta, así que tú decides si te dejas llevar por un plato callejero o por algo más tranquilo (el late check-out no está incluido).

A las 15:00, tu guía te estará esperando en la puerta principal de la Estación del Teleférico, ese edificio que hace un siglo era el corazón ferroviario de La Paz. Desde allí empieza uno de esos paseos que no se olvidan: te subirás al teleférico urbano más alto del mundo y verás cómo la ciudad se descuelga montaña abajo, casa a casa, como si fuese un mural infinito.

De vuelta a tierra firme, caminarás hacia uno de los mercados más vivos de La Paz, donde podrás probar algún producto local si te apetece. Después seguirás hasta la Calle de las Brujas, un rincón que huele a rituales andinos, artesanía y Pachamama. Los exteriores de la basílica de San Francisco también te esperan, un templo que guarda siglos de historia en cada detalle.

Para cerrar la tarde, llegarás a la Plaza Murillo, rodeada por el Palacio Legislativo, el Palacio de Gobierno y la Catedral. Un lugar donde ocurrieron algunos de los momentos más importantes del país y donde el tiempo parece tener memoria propia. El tour termina sobre las 18:00 en el centro de la ciudad (el regreso al hotel no está incluido).

Tendrás un rato libre para caminar, mirar tiendas o simplemente dejarte llevar por el ambiente.

A las 20:00, te recogeremos en el hotel para llevarte a la Terminal de buses, donde tomarás el bus nocturno rumbo a Uyuni, que sale a las 21:00. Un nuevo tramo del viaje empieza aquí.

Día 2. Excursión al salar de Uyuni (D/A)

Este día te lleva justo hasta ese punto donde la naturaleza deja de ser paisaje y se convierte en algo que te atraviesa. El Salar de Uyuni no necesita presentación: es ese lugar que, una vez lo pisas, ya no se compara con nada. Hace miles de años fue el Lago Minchín; hoy, lo que queda es un desierto blanco que parece no tener final, salinas que brillan, islas cubiertas de cactus gigantes y formaciones que cuentan una historia antigua sin decir una palabra.

En cuanto llegues a Uyuni, te estaremos esperando para darte la bienvenida y acompañarte a un restaurante local para desayunar. Después tendrás un rato libre para caminar por el pueblo y hacer esas compras de último minuto que siempre vienen bien.

Sobre las 10:30 empezará la aventura. La primera parada es el Cementerio de Trenes, un rincón donde locomotoras inglesas y francesas, ya apagadas, siguen recordando los primeros tiempos del ferrocarril boliviano. Desde allí seguirás hacia Colchani, un pueblo donde la sal no es un recurso: es parte de la vida diaria.

Y entonces sí, entrarás al Salar. En el camino verás los Ojos de Sal, pequeñas ventanas por donde asoma la salmuera helada que queda del antiguo lago. Más adelante llegarás al Hotel Playa Blanca, construido únicamente con bloques de sal. Está plantado en medio del Salar, como si no perteneciera a ningún otro sitio.

La siguiente parada es la Isla Incahuasi, a 102 km de Uyuni. Aparece como un oasis en mitad del blancor, con cactus enormes y una vida vegetal que no existe en ningún otro lugar. Una pequeña caminata hasta la cima te regala una vista que resume el día: inmensidad y silencio. Tendrás tiempo para fotos, de las serias y de las divertidas.

Para cerrar, volverás hacia Uyuni viendo cómo el sol cae sobre la sal y tiñe todo de colores que cambian a cada minuto. Una escena que no se explica, se vive.

Ten en cuenta que, en temporada de lluvias, algunas visitas dentro del Salar pueden suspenderse sin previo aviso debido a la inundación.

Día 3. Joyas alto Andinas-Laguna hedionda (D/A/C)

Sobre las 10:30 de la mañana empezarás la ruta hacia el sur, un tramo de carretera que poco a poco te va llevando a un paisaje cada vez más seco y alto. La primera parada será un mirador desde donde podrás ver el Volcán Ollagüe a lo lejos, marcando la frontera natural con Chile. Es un volcán activo, así que no será raro ver pequeñas columnas de gas escapando desde su cumbre.

Después llegará el momento de entrar en el territorio de las llamadas “Joyas Andinas”. La primera, la Laguna Cañapa, aparece rodeada de montañas y antiguos volcanes apagados. Su agua verdosa crea un contraste muy llamativo con los flamencos que se mueven por allí como si fuesen parte del paisaje desde siempre. Más adelante llegarás a la Laguna Hedionda, un lago cargado de azufre que desprende un olor fuerte, pero que también es hogar de flamencos, patos silvestres y perdices que conviven en total calma.

Al final de la jornada llegarás al ecoalbergue “Los Flamencos”, a 4.500 metros de altura. Está en medio de un escenario que parece pintado a mano, con colores que la naturaleza ha mezclado sin prisa, creando una de esas imágenes que cuesta olvidar.

Día 4. Reserva Eduardo Avaroa – Uyuni –La paz (D/A)

A eso de las 6:30 de la mañana empezarás el día rumbo a la Reserva Nacional Eduardo Avaroa, un lugar donde el paisaje cambia cada pocos kilómetros. La primera parada será el Árbol de Piedra, una formación en medio del Desierto de Siloli que el viento ha ido esculpiendo hasta darle esa forma tan peculiar.

Antes de llegar a la laguna más esperada del día, visitarás Sol de Mañana, una zona donde la tierra respira: fumarolas que salen con fuerza desde el interior del suelo y recuerdan que estás caminando sobre un territorio vivo. Desde allí seguirás hacia la Laguna Colorada, que en invierno muestra su mejor versión: un agua rojiza teñida por microorganismos como la Dunaliella salina, que pintan la superficie sin necesidad de pincel.

Después del almuerzo, llegará el momento de iniciar el regreso hacia Uyuni, unas seis horas de camino que aún guardan un par de paradas especiales: el Valle de las Rocas, con sus formas caprichosas, y el pueblo de San Cristóbal, que da una última pincelada a este viaje por el altiplano.

Llegarás a Uyuni alrededor de las 18:00, con tiempo libre para descansar o pasear un rato. A las 21:00 tomarás el bus nocturno de regreso a La Paz, cerrando el día con esa mezcla de cansancio y satisfacción que deja un recorrido así.

Día 5. La paz-Tiwanaku-La paz (D)

A las 07:00 de la mañana llegarás a la terminal de buses de La Paz, y allí estaremos para recibirte y llevarte en un traslado privado hasta un restaurante local, donde podrás empezar el día con un buen desayuno. Entre las 08:00 y las 08:30 te recogeremos para iniciar el viaje por el Altiplano, un camino amplio y silencioso que te llevará hasta Tiwanaku, el corazón arqueológico más importante del país.

La primera parada será el museo local, perfecto para entender quiénes fueron los tiwanakotas y por qué su legado sigue tan vivo. Después empezará el viaje real: un salto de más de 3.500 años hacia el pasado. Caminarás por el sitio arqueológico y verás la famosa Puerta del Sol, una pieza única tallada en un solo bloque de piedra que todavía hoy guarda más preguntas que respuestas.

Luego seguirás recorriendo los otros templos del complejo: Kalasasaya, una plataforma ceremonial construida con enormes bloques de arenisca roja; el Templete Semi Subterráneo, lleno de rostros esculpidos que observan en silencio; y la Pirámide de Akapana, que fue uno de los centros más importantes de esta cultura preinca.

A las 16:00 regresarás a La Paz. El transporte te dejará en un punto céntrico desde donde podrás volver caminando a tu hotel, con la sensación de haber tocado una parte de la historia que no siempre aparece en los libros.

Día 6. La Paz-Puno (D)

Temprano por la mañana te recogeremos para un traslado privado hasta la terminal de buses de La Paz. Allí abordarás el bus matutino rumbo a Puno, donde seguirá la siguiente etapa del viaje. El trayecto dura unas 9 horas por la ruta de Desaguadero, así que es importante que tengas a mano todos tus documentos para hacer los trámites migratorios por tu cuenta sin complicaciones. Un tramo largo, sí, pero también uno de esos caminos donde el paisaje acompaña sin prisa.

Día 7. Lago Titicaca-Islas flotantes uros e isla Taquile (D/A)

La excursión al Lago Titicaca, ese lugar donde empieza la historia del Imperio Inca, arranca con un traslado desde tu alojamiento hasta el puerto de Puno. Allí subirás a una embarcación a motor equipada con todo lo necesario para el recorrido. Será tu puerta de entrada a las islas flotantes de los Uros, construidas con totora, ese junco que se convierte en suelo, casa, escuela y hasta bote. Sus habitantes descienden de uno de los pueblos más antiguos de Sudamérica, y te recibirán con esa mezcla de curiosidad y alegría que hace que el intercambio sea natural. Si te apetece, podrás dar un paseo en uno de sus botes de totora (no incluido).

Después seguirás navegando hasta la isla de Taquile. Desembarcarás y comenzarás la famosa subida de las 567 gradas que lleva al corazón del poblado. El esfuerzo se siente, claro, pero siempre acompañado por la amplitud del Titicaca, que a 3.800 metros de altura parece extenderse sin límite.

Aunque el turismo comunitario aquí ha cambiado con los años para ser más organizado, la experiencia sigue siendo única. Estás cruzando el lago más grande de Sudamérica y la masa de agua navegable más alta del mundo. Mientras avanzas por sus aguas tranquilas, vale la pena detenerse un momento: mirar el cielo limpio, escuchar cómo se mueven los juncos, sentir la presencia de la cordillera vigilando desde lejos. No es casualidad que los Incas eligieran este lugar como origen mítico del imperio, con el dios Viracocha emergiendo del lago para crear el sol, las estrellas y los primeros seres humanos.

En Taquile visitarás familias de tejedores que mantienen vivo un arte que ha pasado de generación en generación. Sus tejidos y su iconografía fueron reconocidos por la UNESCO en 2005 como patrimonio cultural inmaterial, y verlos trabajar ayuda a entender por qué.

Al terminar el recorrido, regresarás a Puno y a tu alojamiento, con la sensación de haber conocido un rincón que lleva siglos contando la misma historia sin perder fuerza.

Día 8. Puno-Cusco-Ruta del sol (D/A)

Después de un despertar temprano, te trasladaremos a la estación para embarcar el bus turístico con destino final Cusco. Irás acompañado de un guía bilingüe (español/inglés), que te irá poniendo contexto mientras avanzas por uno de los recorridos más completos del altiplano: la famosa “Ruta del Sol”.

Este viaje es una manera perfecta de entender cómo cambian los paisajes, los pueblos y la historia entre Puno y Cusco. La primera parada será en Pukara, considerado el primer gran centro poblado del norte de la cuenca del Titicaca durante el Período Formativo Tardío. Allí empezarás a conocer los orígenes de la civilización andina, que mucho antes de los incas ya estaba construyendo símbolos y estructuras que todavía sorprenden.

Más adelante el bus se detendrá en el Abra La Raya, a 4.338 metros de altura. Es el punto donde el altiplano se parte en dos: un valle hacia el Titicaca y el otro descendiendo hacia Cusco y el Valle Sagrado. Desde allí, la vista lo explica todo sin necesidad de palabras.

La ruta sigue hasta Racchi, donde se encuentra uno de los templos más importantes dedicados al dios Wiracocha. Después visitarás la Capilla de Andahuaylillas, conocida como la “Capilla Sixtina Andina” por sus frescos y por su estilo barroco mestizo del siglo XVII, característico de la Escuela Cusqueña. Vale la pena levantar la mirada y detenerse en el techo tallado y cubierto con pan de oro.

Es una excursión que no solo te mueve físicamente, sino que te da un pedazo real de la cultura andina.

Al final del día llegarás a Cusco, a 3.399 metros sobre el nivel del mar, también llamada el Ombligo del Mundo. Allí te estará esperando nuestro equipo para llevarte a tu alojamiento y empezar esta nueva etapa del viaje con calma.

Día 9. City tour por Cusco (D)

Después de un despertar temprano, te llevarán a la estación para subir al bus turístico rumbo a Cusco, acompañado por un guía. Este trayecto, conocido como la “Ruta del Sol”, es una forma perfecta de entender la diversidad de paisajes, pueblos y vestigios incas que conectan el altiplano de Puno con la antigua capital del Tahuantinsuyo.

La primera parada será en Pukara, uno de los centros más importantes del norte del Titicaca durante el Período Formativo Tardío (500 a.C.–200 d.C.). Aquí descubrirás piezas e historias que ayudan a comprender cómo se empezaron a formar las primeras sociedades andinas.

El bus seguirá hasta Abra La Raya, a 4.338 metros, el punto donde se encuentran dos mundos: el valle que desciende hacia Cusco y el que se abre hacia el Titicaca. Es un lugar ideal para sentir la altura y ver cómo cambian los paisajes entre ambas regiones. Luego visitarás Racchi, hogar de uno de los templos más importantes dedicados al dios Wiracocha. Las estructuras que se conservan muestran la grandeza de este complejo y lo que representaba para los antiguos habitantes de la zona. La última parada será en Andahuaylillas, famosa por su iglesia, conocida como la “Capilla Sixtina Andina”. Sus frescos del siglo XVII y su techo tallado cubierto en pan de oro son un ejemplo precioso del estilo barroco mestizo de la Escuela Cusqueña. Tras este recorrido lleno de historia y contrastes, llegarás a Cusco, a 3.399 metros sobre el nivel del mar. Allí te estará esperando nuestro representante para llevarte a tu alojamiento y que puedas descansar antes de seguir descubriendo la ciudad.

Día 10. Montaña de los siete colores-Vinicuca (D/A)

Muy temprano por la mañana te recogerán en tu alojamiento para poner rumbo al Valle Sur de Cusco. Tras unas dos horas de camino llegarás al pueblo de Cusipata, a 3.332 metros de altura, donde harás una parada para desayunar en un restaurante local. Tendrás también unos minutos para comprar agua, algún snack o usar los servicios antes de seguir el trayecto.

Desde allí continuarás hasta la comunidad de Chillihuani, ya a 4.500 metros. Es el punto donde empieza la caminata, que dura entre hora y media y dos horas. El camino te llevará directo hacia la montaña Vinicunca —también conocida como Montaña Arcoíris— que se eleva a 5.200 metros. Es el momento en que ves de cerca esas franjas de colores intensos: turquesa, rojo óxido, amarillo dorado… una superficie que parece pintada, pero que es completamente natural.

Durante el recorrido pasarás por pequeños caseríos de adobe, el material tradicional de la zona. Aquí podrás ver cómo viven las comunidades locales en un territorio duro, aislado y auténtico. Son de los pocos pastores andinos que mantienen un estilo de vida que apenas ha cambiado con los años.

Una vez en la cima tendrás tiempo para caminar libremente, respirar despacio y mirar hacia la montaña sagrada Ausangate, que con sus 6.372 metros domina todo el paisaje. Es uno de esos lugares donde el silencio pesa más que cualquier explicación.

Después de disfrutar del entorno, iniciarás el descenso hasta el autobús que te llevará de regreso a Cusco. Un día intenso, sí, pero uno de esos que se quedan contigo.

Día 11. Valle sagrado de los Incas (D)

Estás a un paso de descubrir lo más esperado del viaje: Machu Picchu, la joya del mundo inca. Pero antes de llegar a la Ciudad Perdida, toca adentrarse en el Valle Sagrado, un lugar que nunca se queda corto de sorpresas.

Este día completo te llevará por los rincones más conocidos y queridos del valle. Ese carácter “sagrado” que le da nombre sigue allí, intacto, y es algo que se siente más que se explica. Para los incas, pocos lugares podían competir con la fertilidad, la luz y la fuerza que concentraba este territorio.

El día empieza con un traslado rumbo a Pisac, siguiendo el curso del río Urubamba —el río sagrado de los incas—, que acompaña casi todo el recorrido. Es un camino que conecta pueblos, montañas y terrazas agrícolas que todavía hoy cuentan historias de hace siglos.

La primera visita será el complejo arqueológico de Pisac. Allí caminarás entre muros finamente tallados, andenes que siguen en uso y antiguos graneros pegados a la ladera. Todo el conjunto es una prueba clara de la ingeniería y la visión que tenían quienes habitaron estas montañas. Después bajarás al mercado del pueblo, uno de esos lugares donde el regateo forma parte del ambiente y donde seguro encontrarás algo que te hará pensar en alguien de casa.

Más tarde continuarás hacia Ollantaytambo, un templo-fortaleza que impresionaba incluso en tiempos de los incas. Sus terrazas inclinadas, amplias y altas, parecen proteger la montaña como si fuera un muro de defensa. Aquí se libró una de las pocas batallas en las que los españoles fueron derrotados en 1537.

En la parte más alta se encuentra un centro ceremonial construido con enormes bloques de piedra finamente trabajados. Esas piedras fueron extraídas en una cantera situada a 6 km de distancia, al otro lado del río. Pensar en cómo consiguieron transportarlas por un terreno montañoso y cruzar el Urubamba ayuda a entender la magnitud de la habilidad inca.

Un día lleno de historia, paisajes y detalles que preparan el camino para el gran momento: Machu Picchu.

Notas importantes

• Si quieres asegurarte de disfrutar Machu Picchu con toda su calma y sus vistas, reserva con antelación. El gobierno peruano limita el número de visitantes diarios y las entradas se agotan rápido.
• Si te hace ilusión subir a Huayna Picchu, ten en cuenta que solo 400 personas pueden hacerlo cada día, en dos turnos de 200. Esta entrada tiene un coste adicional y también debes reservarla con tiempo.
• Recuerda que el tren permite únicamente 5 kg por persona en equipaje de mano.

Día 12. Camino Inca (D/A)

Si quieres que tu primera imagen de Machu Picchu sea desde un mirador que te permita ver la ciudad sagrada tal y como la descubrieron los primeros caminantes, esta jornada es para ti. Caminas por una ladera andina con vistas al valle del Urubamba, visitas antiguos espacios ceremoniales, cruzas el bosque nuboso y llegas al Inti Punku, la Puerta del Sol, antes de encontrarte con la ciudad perdida. Es una ruta pensada para disfrutarla sin prisas, por lo que se recomienda llegar con buena aclimatación. Alcanzarás Machu Picchu por la tarde, cuando la multitud ya se ha dispersado y el valle recupera su calma; tendrás tiempo para mirar, respirar y guardar esa primera impresión sin prisas. A la mañana siguiente volverás descansado para tu visita guiada. El clima andino cambia con rapidez: la niebla, la lluvia o un rayo de sol pueden transformar el paisaje sin previo aviso. Hacer esta caminata no garantiza un cielo despejado, pero sí te regala dos oportunidades distintas para ver Machu Picchu a tu manera.

Muy temprano empieza la aventura: tren hasta el Km 104. Allí te espera el guía para gestionar los accesos; solo necesitas tu ticket de ingreso y tu pasaporte original. La primera parada es Chachabamba (2270 m), un complejo arqueológico que marca el inicio de la subida moderada hacia Wiñay Wayna (2650 m), “siempre joven”, donde podrás disfrutar del box lunch mientras observas el cañón del Urubamba, ese río que los Incas consideraban sagrado. Desde este punto el sendero se suaviza hasta llegar al Inti Punku (2705 m), la puerta del sol, la misma por la que accedía la nobleza Inca. Aquí tendrás la primera vista de Machu Picchu (2430 m), un momento para detenerse y dejar que todo encaje. Cuando lo consideréis, descenderéis hasta la estación de buses que lleva al pueblo de Aguas Calientes (2030 m). Por la noche puedes salir a tomar algo junto a las vías, compartir historias con otros caminantes o descansar en las aguas termales del pueblo.

Altura máxima: 2705 m — Altura mínima: 2270 m — Distancia: 11 km — Tiempo estimado: 6 horas.

Día 13. Santuario de Machu Picchu (D)

Cuando en 1911 el arqueólogo e historiador estadounidense Hiram Bingham llegó hasta lo que hoy conocemos como Machu Picchu, no podía imaginar que acababa de redescubrir uno de los lugares más enigmáticos del mundo andino. La Ciudad Perdida de los Incas sigue siendo, más de un siglo después, uno de los espacios arqueológicos más sobrecogedores del planeta: majestuosa, rodeada de montañas y envuelta en un misterio que ni su fama mundial ni su título como una de las Siete Maravillas del Mundo Moderno han conseguido disminuir. Explorarla siempre es especial, pero hacerlo al amanecer, cuando la luz empieza a deslizarse entre las cumbres andinas, convierte la experiencia en algo inolvidable.

A la hora indicada, el guía pasará por tu alojamiento para acompañarte hasta la estación desde donde sale el bus que asciende hasta la ciudadela. Allí comenzará la visita guiada por los puntos más emblemáticos del complejo arqueológico, un recorrido que te permitirá comprender cómo funcionaba esta joya del Imperio Inca y por qué su arquitectura y ubicación han cautivado al mundo entero.

Al finalizar, descenderás nuevamente en bus hasta la estación para embarcar en el tren Expedition, que recorre lentamente el valle entre montañas, siguiendo el serpenteo del paisaje andino hasta llegar al pueblo de Ollantaytambo. Allí te esperará el transporte que te llevará de regreso a Cusco.

Día 14. Vuelo Cusco-Lima y City Tour (D)

A la hora indicada te trasladaremos al aeropuerto de Cusco para tomar el vuelo hacia Lima. Al llegar, te recibiremos y empezarás directamente el recorrido por la capital peruana, una ciudad que mezcla pasado profundo y ritmo contemporáneo sin pedir permiso. Lima fue hogar de culturas precolombinas durante miles de años y formó parte del Imperio Inca antes de ser fundada por Francisco Pizarro el 18 de enero de 1535. En esta visita guiada recorrerás sus tres grandes etapas: la prehispánica, la colonial y la actual.

LIMA ANCESTRAL

El recorrido comienza con una vista panorámica de la Huaca Pucllana, una antigua pirámide de adobe del siglo IV a.C. que funcionó como centro ceremonial. Para los incas, este lugar era un “pueblo sagrado”, y verlo en medio de la ciudad moderna ya es una experiencia en sí misma.

LIMA COLONIAL

En la época del Virreinato, Lima fue la capital del territorio más importante del Imperio Español en América. En el Centro Histórico verás plazas, avenidas y edificios coloniales que se mantienen casi intactos: el Paseo de la República, la Plaza San Martín, la Plaza de Armas, el Palacio de Gobierno, el Palacio Arzobispal, la Catedral y el Palacio Municipal, entre otros. Después entrarás al Convento de San Francisco, que alberga una de las colecciones de arte religioso más grandes de todo el continente. El recorrido culmina en sus catacumbas, un lugar que guarda silencios de siglos.

LIMA CONTEMPORÁNEA

Para completar el día, visitarás zonas residenciales tradicionales como El Olivar de San Isidro, Miraflores y Larcomar. Este último es un punto privilegiado para asomarse al océano Pacífico y ver cómo la ciudad se abre hacia el mar.

Al finalizar la excursión, te dejaremos en tu hotel para cerrar el día con calma y a tu ritmo.

Día 15. Vuelo Lima-Ciudad de origen (D)

A la hora indicada, te acompañaremos al aeropuerto para tomar tu vuelo de regreso a Lima y conectar con tu vuelo internacional. Es el último tramo del viaje, ese momento en el que miras por la ventanilla y repasan en tu cabeza todas las historias que Perú te ha regalado. Aquí termina la ruta, pero no lo que te llevas contigo.

Día 16. Llegada a la ciudad de origen (-)

Llegada a la ciudad de origen. Fin de los servicios.

*Comida: D= Desayuno; A=Almuerzo; C=Cena.