Un vuelo panorámico que te dejará sin aliento al ver el vasto paisaje africano desde las alturas.
Esta ruta reúne los grandes parques del norte de Tanzania y experiencias únicas como el walking safari y el safari nocturno en Grumeti. Combina paisajes muy distintos, desde los baobabs de Tarangire hasta las llanuras del Serengeti. La fauna es protagonista en cada etapa y los alojamientos están ubicados en lugares privilegiados, muchos dentro de los parques. Un viaje pensado para vivir la sabana desde dentro.
Día 1. CIUDAD DE ORIGEN – TANZANIA
Día 2. LLEGADA A TANZANIA
Día 3. PARQUE NACIONAL TARANGIRE
Día 4. PARQUE NACIONAL DE MANYARA
Día 5. CRATER NGORONGORO
Día 6. PARQUE NACIONAL SERENGETI
Día 7. SAFARI EN GRUMETI
Día 8. GRUMETI-IKOMA-ARUSHA-VUELO INTERNACIONAL
Día 9. LLEGADA ALA CIUDAD DE ORIGEN
Día 1. Salida en vuelo internacional a Tanzania
Salida en vuelo internacional con destino al aeropuerto de Kilimanjaro.
Día 2. Llegada a Tanzania (C)
Empieza vuestra aventura: nada más aterrizar en Tanzania y completar los trámites de aduanas, os recibirá vuestro guía, que os llevará directamente al alojamiento. El camino dura unos 40 minutos, tiempo suficiente para asomar la nariz a un paisaje que ya empieza a cambiar el ritmo del viaje.
La habitación estará disponible a partir de las 14:00 h, así que podéis dejaros llevar con calma. Si os apetece añadir alguna actividad extra, aquí siempre encontramos opciones para quienes quieren empezar a descubrir desde el primer momento.
Arumeru River Lodge es ese refugio que aparece justo a medio camino entre el aeropuerto de Kilimanjaro y Arusha. A un kilómetro de la carretera principal, escondido en una zona protegida y abrazado por siete hectáreas de naturaleza vallada, es el tipo de lugar donde el reloj se vuelve menos importante. Entre sus jardines se cuelan dik-diks, monos juguetones y aves que parecen posar para vosotros. Y cuando levantáis la vista, el Kilimanjaro y el Monte Meru acompañan como viejos guardianes del paisaje.
Día 3. Parque nacional Tarangire (D/A/C)
Hoy ponéis rumbo al Parque Nacional de Tarangire, un trayecto de unas tres horas por carretera asfaltada hasta llegar a la puerta de entrada. Es un camino tranquilo, de esos que te van preparando sin prisas para lo que viene después.
Tarangire se extiende a lo largo de 2 850 km² y se eleva a unos 1 100 metros de altitud. Aquí viven algunas especies que cuesta ver en otros parques: el gerenuk, el pequeño kudu, el oryx, el aupati o el gran kudu. Es uno de los refugios más especiales para la gran fauna de Tanzania, un lugar donde los elefantes y los baobabs han hecho historia y paisaje. El parque toma su nombre del río Tarangire, que lo cruza de sur a norte como una columna vertebral. A lo largo del recorrido veréis baobabs gigantes, modelados por generaciones de elefantes —algunos grupos pueden llegar al centenar—. Y sí, también aparecen especies que no se encuentran en otros parques, como los chacales o ciertos antílopes exclusivos de esta zona.
La comida os espera en Tarangire Lodge, y después continuaréis con el safari por la tarde. La luz a estas horas se vuelve más amable, más cálida, y los “campos” de baobabs que dominan el paisaje parecen aún más impresionantes.
La época más interesante para visitar Tarangire suele ir de mediados de julio a mediados de febrero, pero incluso fuera de estas fechas el parque sorprende: en temporada verde, los paisajes tienen una fuerza propia y la fauna residente puede regalar encuentros inesperados.
Hacia las 17:30, llegaréis al campamento, un momento perfecto para dejar que el cuerpo descanse mientras la naturaleza ofrece su espectáculo de final del día.
Maweninga Camp, situado sobre una gran roca de granito, tiene el privilegio de estar dentro del propio parque. Desde aquí las vistas se abren hacia los lagos Manyara y Burunge, un escenario que acompaña cada atardecer como si fuera único.
Día 4. Parque nacional de Manyara (D/A/C)
Temprano por la mañana saldréis hacia el Parque Nacional de Manyara, un trayecto de unas dos horas que os llevará directo hasta el corazón del Valle del Rift. Es un parque pequeño —unos 330 km², con un lago que cubre más del 60 %—, pero esa escala compacta es precisamente lo que lo convierte en un mosaico de ambientes distintos, casi como si la naturaleza hubiera querido condensarlo todo en un solo lugar.
Aunque Manyara es conocido por sus babuinos, el lago y los alrededores reúnen una increíble variedad de herbívoros: hipopótamos, cebras, impalas, ñus, elefantes, búfalos, rinocerontes, jabalíes y jirafas. Los leones y leopardos están presentes, pero suelen moverse con discreción, así que verlos es un momento especial. Para quienes disfrutan observando aves, el lago Manyara es un auténtico paraíso: más de 300 especies migratorias se dan cita aquí. Durante la migración, los flamencos rosados pintan la orilla, acompañados de pelícanos, cormoranes, cigüeñas, águilas crestilargas y martines cazadores de cabeza gris, entre muchas otras.
Manyara tiene una personalidad muy distinta al resto de reservas tanzanas: está cubierto por bosque y matorrales, lo que invita a afinar la vista para encontrar animales perfectamente camuflados. Aquí los leones trepadores son casi un secreto a voces: a veces se acomodan sobre las ramas como si fueran parte del paisaje. El lago alcalino, poco profundo, reúne flamencos, garzas, otras aves acuáticas y una población notable de hipopótamos, que suelen asomar entre resoplidos mientras descansan sumergidos.
La comida será picnic bajo las acacias, una forma sencilla y preciosa de seguir en contacto con el entorno sin romper el ritmo del día.
Sobre las 17:00, pondréis rumbo a Karatu, un trayecto de unos 40 minutos que os llevará al alojamiento.
Bashay Rift Lodge se alza en lo alto de una colina empinada, en pleno corazón de la zona fértil de Karatu. Es un refugio apartado de las multitudes del “Circuito del Norte”, pero muy bien situado para quienes quieren combinar distintas experiencias: los safaris en Manyara y las visitas al cráter de Ngorongoro quedan a solo unos kilómetros. Desde aquí, el paisaje respira amplitud y calma, perfecto para cerrar el día con la sensación de estar exactamente donde toca.
Día 5. Cráter Ngorongoro (D/A/C)
Este día lo dedicaréis por completo a descubrir el Cráter del Ngorongoro, declarado Patrimonio Mundial por la UNESCO y considerado por muchos como la reserva de vida salvaje más famosa del planeta. Desde vuestro lodge, necesitaréis unos 15 minutos para llegar a la puerta de entrada del área de conservación y unos 45 minutos más para alcanzar el camino que desciende hacia el interior del cráter.
La caldera tiene 20 km de diámetro interior, un anfiteatro natural que protege una fauna extraordinariamente rica, resguardada por una muralla natural de 600 metros de altura. En este biotopo relativamente pequeño habitan más de 30 especies de mamíferos, incluidos rinocerontes. No es casualidad que Ngorongoro sea conocido como la tierra del “Big Five”: búfalo, elefante, leopardo, león y rinoceronte. Aquí, cada rincón parece una escena viva de la historia natural de África. La comida será buffet, excepto en marzo, abril y mayo, cuando se organiza un picnic para seguir disfrutando del paisaje sin interrupciones.
Por la tarde continuaréis el safari en este entorno espectacular, donde conviven bosques, llanuras y zonas pantanosas que atraen a fauna muy diversa. Hacia las 16:00 iniciaréis el ascenso por la pared del cráter, un tramo que regala vistas imponentes y una luz que se vuelve especialmente bella a medida que avanza la tarde.
Sobre las 17:30, llegaréis al Olduvai Camp. Tras un breve briefing con el camp manager, os espera un paseo de aproximadamente una hora hasta la cima de un kopje, desde donde podréis contemplar las grandes llanuras del Serengeti justo antes de que el sol se esconda.
Olduvai Camp, ubicado en el Área de Conservación de Ngorongoro, cerca de la garganta de Olduvai, ofrece una experiencia única entre el cráter y las inmensas llanuras del Serengeti. A diferencia de los parques nacionales, esta área protegida no excluye la presencia humana: aquí, la vida salvaje y los masáis comparten territorio desde hace siglos. Los masáis viven en sus tierras ancestrales y mantienen un estilo de vida tradicional centrado en el pastoreo. Su ganado no solo es alimento: es su principal fuente de ingresos y la medida de su riqueza.
Una jornada intensa, llena de contrastes, que os acerca tanto a la naturaleza como a la vida que la habita.
Día 6. Parque nacional Serengeti (D/A/C)
Después del desayuno, seguiréis el safari por las grandes llanuras del Serengeti, un escenario que parece no tener final y que cambia de aspecto según avanza el día.
El Serengeti es un ecosistema inmenso, hogar de una variedad impresionante de vida salvaje y escenario de la migración más grande del planeta. Su nombre viene de la palabra masái que significa “llanuras interminables”, aunque el parque es mucho más que eso: aquí conviven bosques, zonas ribereñas y pantanos que dan refugio a decenas de especies de mamíferos y a más de 300 especies de aves. Todo en el Serengeti está en movimiento; el paisaje cambia con cada estación, y los animales siguen ese ritmo sin descanso, adaptándose para sobrevivir en la sabana.
La comida será en Ronjo Camp, ese alto en el camino que siempre se agradece para recargar energía sin perder el contacto con el entorno.
Por la tarde continuaréis el safari a lo largo de los ríos Seronera y Banagi, dos zonas donde suele concentrarse un buen número de felinos, especialmente leones y leopardos. Con un poco de suerte, el Serengeti os mostrará aquí una de sus escenas más memorables.
Día 7. Safari en Grumeti (D/A/C)
El Área de Vida Salvaje de Grumeti (WMA), bordeada por el Parque Nacional Serengeti por el sur y el oeste y por la reserva de Grumeti al norte, es una de esas zonas salvajes que sorprenden por su belleza y por la variedad de paisajes que la forman. Aquí, la naturaleza se mueve a un ritmo propio, y cada tramo del territorio parece contar una historia distinta.
En Grumeti Hills os esperan actividades que no se encuentran en otros puntos del norte de Tanzania: safaris a pie y recorridos nocturnos en 4×4 con motor eléctrico, los primeros de África Oriental. Este lodge ofrece dos experiencias únicas que os permitirán vivir la sabana desde otra perspectiva.
Walking Safari:
Es el momento de calzarse los zapatos de caminar y adentrarse en Grumeti a otro ritmo. Durante aproximadamente una hora y media, acompañados por un guía profesional especializado en safaris a pie y un guardabosques armado, exploraréis la naturaleza que rodea el campamento en una de las zonas más remotas de Grumeti.
A medida que avanzáis, el guía os irá explicando cómo interpretar rastros, huellas y comportamientos. En este paseo pueden aparecer cebras, antílopes acuáticos, impalas y diferentes especies de aves que sobrevuelan la zona.
Después de la caminata, toca hacer una pausa: un desayuno en pleno corazón de la selva, rodeados de sonidos suaves y silencios amplios, mientras la naturaleza despliega su mejor escenografía matinal.
Comida en el lodge.
Por la tarde, podéis optar por descansar o continuar el día con un safari por la zona de Grumeti, donde la vida salvaje se mueve con libertad absoluta.
Safari nocturno:
Cuando el sol se esconde y el aire se enfría, empieza otra historia: la del bush nocturno. Muchas especies que permanecen invisibles durante el día comienzan su actividad cuando cae la noche. Los cazadores nocturnos salen de su escondite y sus presas afinan todos los sentidos para sobrevivir hasta el amanecer.
En la WMA, el safari nocturno es una oportunidad única. Subidos a un vehículo abierto, con asientos elevados y lámparas especiales que minimizan la alteración del entorno, entraréis en un paisaje completamente transformado por la oscuridad.
Aquí, la luna ilumina el camino y los ojos brillantes que aparecen entre los arbustos cuentan otra versión de la sabana: el gato salvaje africano, el leopardo sigiloso, los búhos que observan desde las ramas, o incluso leones, hienas y criaturas más discretas como la gineta manchada, el serval o los zorros de orejas de murciélago.
Día 8. Grumeti-Ikoma-Arusha-Vuelo internacional (D/A)
Después del desayuno, os trasladarán hacia Ikoma Airstrip para tomar un vuelo regular con destino Arusha. El paisaje desde el aire es la última caricia del norte de Tanzania: llanuras inmensas que se van desvaneciendo mientras el viaje cambia de ritmo. Para quienes continúan con su vuelo internacional desde Kilimanjaro, habrá un traslado a un restaurante en Arusha para disfrutar de la última comida antes de seguir camino. Después, os llevarán directamente al aeropuerto —JRO o Arusha, según corresponda.
Y si tenéis un vuelo hacia Zanzíbar, el ritmo será diferente: en lugar de parar, recibiréis un picnic para el trayecto, perfecto para no romper el hilo del viaje mientras Tanzania os acompaña hasta el último kilómetro.
Día 9. Llegada a la ciudad de origen
Llegada a vuestra ciudad de origen y fin del viaje
*Comidas: D = Desayuno; A= Comida; C = Cena; TI= Todo incluido
*Los trámites de reserva y servicios de asientos, visados, check-in, etc, no están incluidos en los precios. Cualquier trámite o gestión que desee que Kareba se haga cargo, tendrá un coste adicional. Si está interesado a saber los precios de gestión, consúltenos*
Precio por persona: Desde 3.180€ – Grupo en base a 12 personas (en hab. doble).
Suplementos:
Precios calculados sobre la base de moneda local del país, tasas e impuestos a fecha 12/2025. Los precios sólo podrán incrementarse por parte de la agencia hasta los 20 días naturales previos a la salida para ajustar el importe del precio del viaje a las variaciones: de los tipos de cambio de divisa aplicables al viaje organizado; Del precio de los transportes de pasajeros derivados del combustible o de otras formas de energía; Del nivel de los impuestos o tasas sobre los servicios de viaje incluidos en el contrato.
Guía local experto de habla hispana en destino
En Kareba contamos con guías locales que conocen su tierra al detalle y te invitan a descubrirla como un invitado especial, no como un visitante más. Son quienes te muestran los rincones auténticos, las tradiciones vivas y los sabores que definen el destino. Con ellos, cada momento se transforma en una experiencia cercana: visitas mercados llenos de vida, compartes comidas con familias locales y escuchas historias que no aparecen en las guías de viaje. Más que un recorrido, vivirás una conexión auténtica con el lugar y su gente. Porque en Kareba no viajamos para mirar, viajamos para formar parte del mundo que descubrimos juntos.
Esta ruta es una inmersión en la naturaleza salvaje de África, donde se cruzan safaris inolvidables con culturas ancestrales. Desde el imponente Kilimanjaro hasta el Serengeti, cada día ofrece nuevas maravillas. Un viaje que conecta con el alma de África y sus paisajes.
Disfruta de la vista del Monte Kilimanjaro mientras recorres el parque en busca de elefantes y más fauna.
Conoce de cerca las tribus Hadzabe y Datoga y sus tradiciones milenarias.
Un paraíso natural donde podrás ver rinocerontes y animales en su hábitat natural.
La noche transforma el paisaje y la vida salvaje cobra otra energía. Las estrellas serán tus compañeras mientras el rugido de los leones pone la banda sonora.
Un vuelo panorámico que te dejará sin aliento al ver el vasto paisaje africano desde las alturas.
Asiste al impresionante espectáculo de la Gran Migración, uno de los eventos naturales más épicos.
Si estás pensando en viajar y tienes dudas te ayudaremos a decidirte
La noche transforma el paisaje y la vida salvaje cobra otra energía. Las estrellas serán tus compañeras mientras el rugido de los leones pone la banda sonora.
Un vuelo panorámico que te dejará sin aliento al ver el vasto paisaje africano desde las alturas.
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Lo que realmente importa son las palabras de quienes nos eligen. Conoce de primera mano las historias de nuestros viajeros.
Eva Conesa
Parece que lee la mente y, por si fuera poco, es una fan incondicional de África. Eva tiene un radar infalible para saber qué quieres antes de que lo digas. Con ella, descubrirás el lado más auténtico del continente africano.
JAYATH DOMÍNGUEZ
Si la felicidad tuviera nombre, sería el de Jayath. Siempre te atiende con una sonrisa y transmite una calma contagiosa. Conoce a la perfección las Américas gracias a su vínculo con México, con ella cada viaje empieza con buena energía.
JAYATH DOMÍNGUEZ
Si la felicidad tuviera nombre, sería el de Jayath. Siempre te atiende con una sonrisa y transmite una calma contagiosa. Conoce a la perfección las Américas gracias a su vínculo con México, con ella cada viaje empieza con buena energía.
Experta en:
Kenia, Tanzania, Canadá , Estados Unidos, Argentina, Chile y Nueva Zelanda.
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